Los científicos han confirmado algo muchos sospechaban: la belleza puede ser tan adictiva como la misma cocaína
Dependiendo a quién se le pregunta, la belleza puede estar a flor de piel o en las entrañas del alma. Es obvio que la impresión inicial se capta a simple vista, pero ahora los científicos han confirmado algo muchos sospechaban: la belleza puede ser tan adictiva como la misma cocaína.
Neurólogos del Hospital General de Harvard, en Massachussets, llegaron a tal conclusión tras un peculiar experimento en que los elementos eran hombres y fotografías de mujeres y hombres bellos.
Los investigadores reclutaron grupos de hombres heterosexuales de entre 20 y 40 años, y les mostraron mezclas de rostros masculinos y femeninos que aparecían por escasos segundos en una pantalla de computadora.
Los participantes podían mantener un rostro visible presionando un botón en el teclado, algo que hacían con frecuencia cuando observaban la fotografía de alguna mujer atractiva.
“Esos tipos presionaron la barra un promedio de 6 mil veces en el curso de 40 minutos”, dice Hans Breiter, que encabezó el estudio. “Eso es asombroso, teniendo en cuenta que se trataba solo de fotografías”.