¿Por qué se chupan el dedo los bebés?

Todos hemos estado allí. La succión del pulgar es un fenómeno nacido del instinto, que forma parte natural de cualquier desarrollo del niño. Sin embargo, algunos niños todavía sienten la necesidad de chuparse bien el pulgar o el chupete más allá de lo que muchos especialistas consideran la edad normal. ¿Es usted el padre de un niño que apesta su pulgar o usa un chupete? No hay problema. En este artículo, el ortodoncista Dr. Ignacio García Espona detallará todo lo que necesita saber sobre el tema.

Chuparse el dedo está bien, pero no por mucho tiempo

Mientras que algunos padres podrían decir que no es gran cosa y que deberías dejar que los niños se desarrollen en su a su propio ritmo sin apresurarse, numerosos estudios revelan que chuparse el dedo más allá de cierta edad puede conducir a graves problemas en el desarrollo oral de los niños.

La deglución en la infancia y la deglución en la edad adulta

Cualquier forma de succión, ya sea el pulgar, el chupete o la lactancia materna, antes de los dos o tres años es ampliamente considerado por los ortodoncistas como perjudicial. Aparentemente, estos hábitos impiden que el niño progresando de un patrón de deglución infantil a un patrón de deglución adulto. Es este prolongado patrón de deglución infantil que suele ser la causa de los problemas observados en los niños que consultan a un ortodoncista. Este tipo de deglución se realiza como si la lengua estuviera en reposo y, como resultado, ejerce una presión en la parte frontal de la boca. Con el tiempo, esto puede ser responsable de que el paladar no sea lo suficientemente ancho, de que la mandíbula no sea lo suficientemente larga o de que los incisivos sobresalgan demasiado.

¿Pulgar o chupete? ¿Cuál es más aceptable?

Según los ortodoncistas, un chupete puede ser incluso más perjudicial que un pulgar si el hábito de chupar perdura más allá de la edad normal. Los niños saben que si dejan de chupar un chupete, se caerá, así que esto fomenta la tendencia a chuparla continuamente para mantenerla en la boca. Por supuesto, no es el caso del pulgar, ya que los niños saben que siempre estará unido a su mano.

Algunos trucos para romper el hábito de su hijo

Generalmente, a la edad de dos o tres años, los niños descubren una variedad de cosas nuevas, como caminar, hablar y hacer nuevos amigos, todo lo cual les ayuda a superar el deseo de chuparse el pulgar o un chupete. Si su hijo sigue haciéndolo después de esa edad, suele ser por la fuerza de la costumbre. A continuación se presentan algunos trucos para ayudar a cambiar el comportamiento de su hijo:

  • Comience por tratar de cambiar los hábitos diurnos de su hijo sustituyendo el pulgar o el chupete por un pequeño trozo de manzana, por ejemplo, como distracción.
  • Una vez que su hijo haya abandonado con éxito el hábito diurno, puede empezar a trabajar en el hábito nocturno contándole un cuento a la hora de dormir para asegurarse de que su hijo no se duerma mientras se chupa el pulgar.
  • Si esto no funciona después de un cierto tiempo, evite reprender a su hijo. Tómese un pequeño descanso y vuelva a intentarlo dentro de unas semanas.

Recuerde que lo único que tiene que hacer es sustituir un hábito poco saludable por otro más saludable que siga siendo agradable para su hijo. Si le preocupa el desarrollo de los dientes de su hijo, pida consejo a su ortodoncista, ¡que puede decirle si es necesario o no una consulta!

Clínica de Ortodoncia Granada | Ignacio García Espona

Clínica dental en Granada
Dirección: Camino de Ronda, 74, 18004 Granada
Teléfono: 958 52 10 16